Una caja vacía puede ser un gran regalo para los mas pequeños. Esta vez hemos convertido una caja en un fantástico castillo, con puente levadizo, almenas y ventanas. La hemos pintado y le hemos puesto purpurina. Nos encanta jugar con el y hemos metido caballeros, princesas y caballos que ya teníamos en clase dándoles un nuevo significado y otra oportunidad de juego.